Jugar a Jugar – Espectáculo Musical, Lúdico y Participativo
«Cantando sueño y me muevo, invento mis juegos, te invito a jugar»
Encontrarnos con la música y el juego siempre es una muy buena manera de abrazarnos, de comunicarnos y disfrutar. Será entonces el momento de percibir y sentir a través de la expresión corporal, motivados por canciones nos referencian a los juegos de la primera infancia y que estimulan el movimiento.
Un espacio para disfrutar y compartir.
Al jugar con nuestro cuerpo siendo diferentes personajes, elementos o acciones, barrilete que vuela, el trompo que gira… despierta nuestra fantasía y permite expresarnos sensiblemente de una manera original, nueva, liberadora.
Las melodías con sus diferentes ritmos nos estimulan, despertando a la expresión corporal libre de cada uno, invitando a la creatividad y promoviendo la alegría de un momento compartido, motivando a los sentidos para afianzar el lenguaje del cuerpo, la imaginación y libertad.
Fundamentación:
El jugar y el juego nos evocan a tiempos de infancia, risa, alegría, allí nuestra memoria emotiva entra en juego y nos ponemos en movimiento.
Al jugar nuestro cuerpo y mente se predisponen con una energía más positiva, se resuelven conflictos y fluye un nuevo tiempo en las personas.
El juguete: como elemento complementa a la imaginación y fantasías al momento de jugar. Ya sean de verdad o construidos solo para «ese momento de juego»
En los tiempos que vivimos, de tiempos apurados o envasados, nos resulta sumamente importante rescatar «este tiempo»
«…Quiero tiempo pero tiempo no apurado,
tiempo de jugar que es el mejor…
por favor me lo dan suelto y no enjaulado…,
adentro de un despertador…» – María Elena Walsh
El juego y los juguetes nos reencuentran con una identidad olvidada, recuperar el espacio de juego en la vida cotidiana,con elementos o sin ellos, en espacios amplios y libres o pequeños y estructurados. A través de nuestro propio cuerpo y en interacción con mi par o con el adulto, jugar nos invita a renovar lazos de transmisión oral en la tarea de educar, el «como si» – juego simbólico, nos ayuda a acercarnos a nuestros objetivos y recuperar la cultura de jugar por jugar.
Actualmente nos enfrentamos a tiempos de tecnología y desapego temprano. Los niños tienen a su alcance un mundo tecnológico descontrolado, pasan horas frente a una pantalla de TV, tablet o celular resultando ser estas la compañía elegida por la mayoría de las familias.
El querer ¨distraer¨ con tecnología a los niños que se aburren, les impide poder generar su propia forma de entretenimiento y desarrollo creativo.
¿Serán capaces de desarrollar sus propios mecanismos de autorregulación?
El abusar de estos dispositivos durante la infancia, interfiere con su desarrollo de la empatía, habilidades sociales y resolución de problemas, que generalmente se obtienen de la exploración, los juegos no estructurados y la interacción con amigos.
«Es en el juego y sólo en el juego que el niño o el adulto como individuos son capaces de ser creativos y de usar el total de su personalidad, y sólo al ser creativo el individuo se descubre a sí mismo.»
Donald Winicott